sábado, 18 de junio de 2011

Dunhuang (China)

Al sur de la ciudad de Dunhuang, en la provincia de Gansu, en China, emergen enormes dunas en las puertas del desierto, que rodean un pequeño lago con forma de medialuna, sostén para la supervivencia de un curioso complejo en los albores del desierto de Gobi. El lago, que perdura intacto desde hace siglos, parece un verdadero milagro.

El lago se llama Yueyaquan, un oasis que hoy se encuentra cerca de la ciudad, pero lo suficientemente alejado como para conservar el ambiente de reclusión en medio de las dunas de arena Migsha Shan. El lugar, y sobre todo la ciudad, formó parte de la ruta de la Seda.






 







Por su parte, el lago Yueyaquan se encuentra camino a la extinción, ya que ha bajado notablemente su nivel de agua, y nada parece remediarlo. Sin embargo, las autoridades, preocupadas por el impacto en el lugar, y el atractivo turístico amenazado, intentan revertir la desaparición del lago. Sobre todo en los últimos años, se han tomado medidas como la prohibición de pozos de extracción de agua en la zona.



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